Los agricultores deben producir bajo los efectos impredecibles del clima, una situación que los posiciona de manera diferente según su perfil en términos de riesgo, tecnología y nivel educativo. Vender insumos que mejoren la rentabilidad mientras se protege y cuida el suelo y las plantas es un desafío significativo.

El primer paso hacia esto fue entender el perfil emocional de los diferentes segmentos de agricultores y cómo se relacionan con los proveedores de insumos agrícolas. Se necesitaba un diseño para avanzar en una experiencia eficiente, con alto valor en el vínculo y con elementos emocionales diferenciadores.